El profe, una historia de pasión y fútbol
- Cortesía Con Sentido
- 13 nov 2018
- 9 Min. de lectura

Entrevista con el técnico colombiano, Jorge Luis Pinto, conoceremos su recorrido profesional, cómo fueron sus inicios en el fútbol, las curiosidades de su carrera y algunos secretos de su vida personal.
Conocido por su trabajo no solo en Colombia sino a nivel internacional, Jorge Luis Pinto Afanador nació en San Gil, Santander, en 1952, siendo el segundo de ocho hermanos. Apasionado por el fútbol, estudió Educación Física en la Universidad Pedagógica Nacional y a partir de ahí emprendió un camino de éxitos profesionales, destacándose como una de las figuras relevantes de este deporte en Colombia.
Durante más de 30 años de trayectoria como estratega, ha dirigido a clubes importantes de Colombia como Millonarios, Santa Fe, Junior, Cali, Unión Magdalena, Cúcuta Deportivo, entre otros. En el ámbito internacional, estuvo al mando del Alianza Lima de Perú, con quien alcanzó la gloria y se convirtió en héroe al conseguir un nuevo título nacional luego de 18 años de sequía para el club; en Costa Rica dirigió a la Liga Deportiva Alajuelense, en Ecuador a El Nacional, en Venezuela al Deportivo Táchira y como seleccionador tuvo a su cargo las selecciones mayores de Colombia, Costa Rica y Honduras.
Recientemente conversó con Miguel Opazo en el programa Con Sentido sobre su vida alrededor del deporte más famoso del mundo, en una entrevista que traemos a nuestros lectores.
¿Cómo nació la pasión por el fútbol?
No sé de dónde nació y eso siempre me lo he preguntado. La vivencia del colegio, la infancia, seguro que de jugarlo todos los días en la calle y de mirar el poco fútbol que se podía encontrar en televisión en esa época. Yo le he dicho a todo aquel que me ha entrevistado que cuando estaba en quinto de bachillerato en San Gil, les decía a mis compañeros “cuando sea grande voy a dirigir este equipo” y fue el primero que dirigí.
Fue una vivencia total del deporte, porque yo también practicaba baloncesto y voleibol, además de atletismo porque corría en maratones, pero fundamentalmente el fútbol.
Todos lo conocen como entrenador, pero ¿Cómo era Jorge Luis Pinto de jugador?
Jugaba de 8 en las dos áreas, corría mucho y me sentía muy bien en esa posición.
¿Qué significó Gabriel Ochoa para su crecimiento cómo entrenador?
Mucho, los ejemplos que él me dio, la orientación y la oportunidad, porque fue a la universidad a una condecoración y nosotros nos le presentamos y él dijo “yo quiero que vayan a probarse” y fuimos cerca de 4 meses 5 o 6 compañeros y después de ese tiempo él dijo “me quedo con este” y “este” era yo. Fue una satisfacción muy grande llegar a Millonarios en ese momento.
Aprendí del profesor Ochoa muchísimo sobre comportamiento, la forma de trabajar, el liderazgo que siempre fue una virtud de él, fue un aprendizaje constante. En el tiempo que él dirigía y no me conocía, yo me escondía detrás de él porque dirigía los partidos desde la tributa en el Campin, así le oía todo lo que decía y cómo manejaba el equipo por radio. Duré más de un año haciendo eso y cuando le conté él no lo podía creer.
En 1984 debuta como entrenador profesional dirigiendo a Millonarios ¿Qué es lo que más recuerda de esos primeros escalones en su gran camino profesional?
Yo ya tenía experiencia en dirigir porque en el 1979 fui preparador físico de la Selección Colombia, pero también dirigí las reservas del Unión Magdalena y fui campeón nacional. La vivencia en 1984 fue dura porque estaba muy joven al llegar a dirigir a Millonarios, a mí me preguntaban por qué sin jugar fútbol profesional y sin experiencia llegué a dirigir uno de los dos equipos más importantes de Colombia en esa época. Fue un atrevimiento que me dio mucha alegría y satisfacción, recuerdo que el dueño del equipo me mandó a buscar con el gerente luego de que llegué de Alemania y me dijo que ya tenían todo listo para que dirigiera las divisiones inferiores, a lo que contesté: “dígale a don Hermes que le agradezco inmensamente lo que ha hecho por mí, pero el único puesto que me sirve en Millonarios es ser Director Técnico”.
Luego de esto, a los dos meses, me volvieron a llamar tras pedirle asesoría al doctor Ochoa, quien les dijo que la única persona que recomendaba era al profesor Pinto y que si querían me contrataran, ahí fue cuando me dijeron “bueno, va a dirigir”.
¿Cuál es el proceso deportivo que ha vivido con más pasión?
Yo he trabajado con pasión en todos, pero uno que me llenó de alegría y satisfacción por el ambiente en el que me moví y porque era mi primera salida internacional fue Alianza en Perú, además lo que representa este equipo en ese país. Nosotros íbamos a otra ciudad y siempre había una multitud, yo preguntaba ¿qué es eso? y me explicaban que nos estaban esperando los hinchas… y lo que vivimos en la calle, en todo el Perú y el momento.
Otra pasión fue la del Cúcuta Deportivo en la que se aglomeró todo, la pasión de la gente, de los jugadores, la organización mejoró mucho y logramos el título, luego de que ese equipo acababa de ascender a la primera categoría.
¿El hincha hace parte de esa pasión?
Determinante, la hinchada de Alianza es una locura, Cúcuta se transformó y tiene una hinchada que nadie ha valorado, pero que es una de las mejores de Colombia a pesar de los tropiezos que ha tenido. A mi me ha ido bien, lo de Costa Rica, lo del Junior por ejemplo que las dos veces que me ido se queda el equipo y sale campeón. La hinchada de Millonarios y Santa Fe es bellísima, recuerdo los momentos que tuvimos en Santa Fe en un tiempo de crisis muy profunda, donde aportamos todo y se hizo una gran campaña.
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“Me sentí muy bien en esta entrevista, me encanta porque
hay momentos en los que uno tiene que expresar su yo
y a veces los medios periodísticos deportivos no lo tienen,
se enfocan en ¿cómo jugó? ¿qué pasó? ¿por qué sucedió?,
en cambio estos medios lo acercan a uno mismo y entregan
la imagen de uno a quien lo conoce, porque eso me apasiona,
ese es el compromiso y la gratitud que uno más tiene, con
aquella gente que se encuentra uno y lo saluda, eso es muy especial”
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¿Qué recuerda del paso por la Selección Colombia? ¿Le gustaría volver?
Tengo muchos recuerdos, a pesar de que me correspondió un paso muy difícil por los cambios generacionales y eso crea problema, pero dirigir en mi debut frente a Brasil fue un recuerdo que no lo puedo dejar pasar nunca y las vivencias que tuve, Colombia empezaba a mostrar un nivel internacional muy bueno con esas generaciones de jugadores que han estado llegando y para uno como técnico ese reconocimiento era inmenso.
Decir que no volvería es imposible porque es el país de uno y lo que más se quiere, de pronto, hay que mirar, a veces el mundo da tantas vueltas que llega al mismo sitio.
El paso por Costa Rica fue exitoso, no solo en la selección sino en el Alajuelense…
Con el Alajuelense gané todo lo que competí, tal vez solo hizo falta la Champions League de la Concacaf donde me eliminó el América de México en las semifinales, pero los torneos de Centroamérica y títulos donde participé los gané todos. Fue una vivencia muy linda en un país hermoso.
Luego la selección en las dos etapas, porque en la primera también dejé a la selección clasificada y la segunda fue el sueño más grande.
¿Cómo vivió la experiencia de estar en un mundial y hacer historia con una selección qué quizá no estaba en el radar de muchos y qué venció a grandes favoritos como Uruguay e Italia?
Es la satisfacción del entrenador de fútbol. Ese equipo se preparó muy bien, mucha exigencia y eso es lo que mucha gente no entiende, la exigencia fue la que nos llevo a tener ese comportamiento. Era un equipo dinámico, táctico, fuerte físicamente, que tenía cierto nivel de talento, pero más que eso un equipo que jugó concentrado todos los partidos y nunca perdió el norte. Tuvimos la suerte de que todos los jugadores estuvieron por encima de 8 y 9 puntos, fue una producción del jugador brillantísima, lindó el recuerdo porque jugué 5 partidos y me hicieron dos goles, quedando afuera por penales contra Holanda.
¿A qué selección hubiese enfrentado en semifinales?
Contra Argentina, yo soñaba con ese partido porque se iba a jugar en el estadio del Corinthians, yo estudié en Sao Paulo y allá en Brasil todo el mundo sabía que yo era corinthiano y tenía el público a mi favor.
¿Qué anécdota se le viene a la mente en este momento, algo curioso que haya pasado o un momento especial?
He tenido varias con los jugadores, por ejemplo: con el “tren” Valencia, quien pudo ser el mejor jugador de fútbol del mundo, entrenaba en el parque La Florida y haciendo las vueltas de calentamiento se me escondió dentro de una caneca porque no quería trotar y lo pillé, después fue a Armenia e hizo un gol muy parecido o mejor que el de Maradona a Inglaterra en el mundial del 86.
Se le pasan a uno en este momento por la mente muchas vivencias, en Lima tuve muchos momentos hermosos con jugadores que cuando llegué me odiaban por el trabajo, el orden y la disciplina, pero que cuando terminó el campeonato me sacaron en hombros. Esa es la respuesta a ese sentimiento después de que lo conocen a uno a fondo.
¿Qué se necesita para explotar el talento?
Ese es un elemento fundamental para el jugador de fútbol, es clave porque apenas uno ve al jugador se capta el talento, entre más fino y talentoso sea es más productivo para mí. Hubo cierta etapa en el mundo del fútbol en que el jugador potente y fuerte tuvo presencia pero hoy se eliminó, el fútbol moderno no lo permite, el jugador que viene con fuerza se acabó.
Por ejemplo, antes los que jugaban de 5 quitaban el balón y lo entregaban, hoy ellos son los creativos del equipo; los centrales la quitaban y la “reventaban”, hoy son los que salen jugando y los que tienen la pelota, es decir, el fútbol cambió radicalmente en esas dos posiciones. El jugador que era centro delantero torpe y fuerte ya no se ve, hoy tiene que ser talentoso al estilo Ronaldo, Romario y esos jugadores que han marcado una época muy grande en el fútbol.
¿Qué sigue en su camino? ¿Cuál es el futuro de Jorge Luis Pinto?
En mi camino no veo otra cosa que no sea el fútbol, espero dirigir pronto, me he dedicado mucho a la investigación, estuve en el Mundial de Rusia, tome muchas cosas del campeonato, ya dicté mi primera conferencia sobre lo que tenía Francia en el Mundial y porqué ganó. Me gusta investigar, si van ahora a mi habitación encuentran un libro que se llama “La presión en el fútbol”, un elemento que no se sabe si es ofensivo o defensivo pero que tiene más de ofensivo.
Ahora vamos a hablar del aspecto familiar ¿Casado, con hijos?
Estoy casado con Claudia Uribe, con quien tenemos dos hijos, una niña que es economista de la Universidad de Texas y mi hijo que es estudiante de psicología, igual aficionados al fútbol. Mi hijo ya tiene tres mundiales, ha visto Copa América, Juegos Olímpicos, en fin, yo le he dicho que es un aventajado porque yo a su edad no podía salir del país.
¿Cuáles son los pasatiempos que comparten en familia, qué les gusta hacer juntos?
Yo veo mucho fútbol y guardo partidos, llamo a un productor y le digo que me grabe algún partido y luego lo veo. Pero a mi de niño por enseñanza de mi familia me gusta mucho el ganado, tengo una finca y me gusta distraerme con eso.
¿Qué música escucha?
De música me gusta la que es para bailar, el vallenato, la salsa romántica. La canción más famosa que un día me preguntó Jimmy Salcedo en su programa “El show de Jimmy” y no se la sabía era “Si pasas por San Gil”. A mi me gusta oír la música colombiana y también el tango instrumental.
¿Qué le genera alegría?
Un buen partido me llena de satisfacción, yo soy muy emotivo, entonces ver los triunfos de amigos, de gente colombiana, los ciclistas cuando rematan una prueba, en fin, todos esos detalles me emocionan. Por ejemplo me emocioné mucho cuando eliminaron a Colombia del Mundial de Rusia, estaba colaborando en una transmisión de radio, porque yo sentí lo mismo, perdí la clasificación por un penalti y eso es durísimo, queda uno muy golpeado por horas y días.
¿Qué lo hace enojar?
La mentira, el engaño no lo acepto. A mi pueden hacerme lo que quieran, pero el engaño y la mentira me parece terrible.
¿Llora con facilidad? ¿Cuál fue el momento que más lo emocionó al punto de llorar?
En el Mundial de Brasil lloré de felicidad, son momentos muy emotivos y no hay que creer que uno llora solo por dolor, también lo hace de felicidad.
Me entristece ver hechos en la calle con niños, la limosna me da duro, me golpea ver la gente con esas necesidades en un mundo que hoy no puede tener eso.
Llegamos al “Desafío Social”. Por eso queremos ponerle un reto, el cual consiste en llevar una charla motivacional, en la que, a partir de su experiencia personal, logre llevar su mensaje a un grupo de jóvenes que estén empezando a formarse como futbolistas ¿Acepta?
Me encantaría, estoy loco por crear una escuela de fútbol en Cúcuta en los barrios más populares, en donde los niños vayan y entrenen al menos una vez a la semana, eso me parece bellísimo, que ese chico que lo ve a uno en la televisión y sueña con el fútbol lo tenga en la mano. Como yo, que soñaba con este deporte, cuando me llevaron por mi primera vez al estadio del Bucaramanga en un partido contra Millonarios, salté la malla, me metí a la cancha y le pedí un autógrafo a un jugador que luego cuando estuve con la Selección Colombia Olímpica ahí mismo en Bucaramanga lo tuve, ese jugador se llama Gabriel Verdugo.
¿Cuál es el mensaje final para todos los que disfrutan este deporte?
Que amen el fútbol que es una pasión hermosísima, que lo jueguen, no hay distracción más rica y hermosa que el fútbol, que todos los partidos tienen cosas buenas, aunque hay que saberlos mirar porque el fútbol no es tan perfecto, pero llega y que ese sentimiento por una camiseta lo aprecien siempre, querer una camiseta me parece que es sentir el corazón de uno dentro de esos colores y me parece que eso es muy bello.
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